Resumen
Todo el mundo habla demasiado alto, todos hacen tantas cosas al mismo tiempo y todo se mueve tan rápido... Pero nadie parece estar escuchando lo que los demás dicen... ¿qué hacer?
El señor comadreja, vestido de traje y con una vocecita apenas audible tiene un mensaje importante para todos; tan sólo quédense quietos y escuchen: “Uno, dos, tres... Shhhhh”. En medio de una divertida sucesión de ruidos y de una animada y expresiva ilustración, este libro nos entrega un elocuente y brillante mensaje de paz, y, a la vez, nos ofrece una forma simple de hacer sentir a los niños que sus acciones e incluso su silencio pueden hacer una diferencia en el mundo.
Su lenguaje sencillo, pero rico en onomatopeyas y en sonidos entretenidos, harán de la lectura en familia una experiencia muy agradable