El rebaño de Miguel se preparaba cada noche para ayudarle a dormir hasta que algo inesperado sucede, la oveja número 4 se rebela. ¿Qué hacer con la oveja descarriada que se niega a ser igual que el resto? Una historia llena de humor, acompañada de ocurrentes ilustraciones y un final sorprendente.
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El oficio de oveja es fácil: pasear, comer, dormir y, a veces, ayudar a dormir. Cada persona tiene asociado su rebaño, como Miguel que una noche de insomnio reclama sus ovejas y éstas diligentemente comienzan a saltar la valla. Sin embargo, la número cuatro, la oveja negra, se niega a cumplir su cometido. Nadie sabe qué hacer, se echan las pezuñas a la cabeza, el manual de comportamiento no dice nada de las insurrecciones. Miguel encontrará la solución al problema en forma de carta a la oveja rebelde y con la libre interpretación de ésta. La historia parte de la cuentista Margarita del Mazo acompañada de las metáforas visuales del dibujante Guridi. De la simbiosis nace este precioso álbum ilustrado que ensalza a los valientes que se atreven a rebelarse contra lo estipulado, pero también nos enseña que siempre hay una forma más sencilla y práctica para resolver los conflictos.
Ser oveja es muy fácil. Solo hay que seguir lo que dice el manual: pasear, comer, dormir... pasear, comer, dormir... y ayudar a dormir. No hace falta pensar, basta con hacer lo que hace el resto del rebaño. Pero ¿qué pasa cuando una oveja no sigue el manual? Que se convierte en... ¡una oveja negra! ¿Y cómo lograr que la oveja número 4 ayude a Miguel a dormir?
Magnífico. Tal vez haya que empezar por ahí. Porque la historia es magnífica, con esas ovejas que, a modo de fábula, representan el “borreguismo”, y la descarriada que es la revolucionaria; con ese hacer aquello que te han dicho que es tu quehacer, hasta que alguien dice no. Y todo narrado como si lo estuvieras oyendo, porque es una oveja misma la que te lo cuenta. Y porque la ilustración es magnífica, ese dibujo pretendidamente ingenuo, con solo los elementos necesarios (como hace Guridi) pero que parece que lo ocupan todo, con los colores precisos, e incluso trabajando con el color negro. Con la crítica más feroz envuelta en ternura. Apostamos por la oveja negra.
Tiene un final muy tierno y es precioso
Precioso libro, con un final muy tierno. Haz lo que te mande el corazón, no lo que se suponga que debes hacer!
Para los que queremos fomentar el espíritu crítico en nuestros hijos, este libro cuenta el por qué hay que hacer las cosas: no porque lo hagan los demás, sino porque estás convencido de que es lo correcto.