Leoteca - Parte de Smartick

Esta edición recoge dos cuentos de uno de los grandes autores italianos vivos, Luigi Malerba: El agua del mar y El descubrimiento del alfabeto, que son muestras de la particular mezcla de poesía, melancolía y sentido del humor que caracteriza la obra de su autor. El primero de ellos nos habla de un mundo no tan lejano pero que hoy, en la era de la televisión, nos puede parecer fantástico. El segundo cuento nos recuerda el valor de la escritura, nos habla del orgullo de enseñar lo que sabemos desde muy temprana edad, del orgullo de aprender, no importa a qué edad, y de la amistad que surge entre quien enseña y quien aprende

Al elegir los artículos para este volumen, hemos tenido en cuenta un doble criterio: su variedad, de forma que abordaran asuntos diversos y de interés con estilos y concepciones del género muy diferentes, y su adecuación al joven público lector.

«Por mucho que Cosimo se suba a las copas de los árboles, es consciente plenamente de que nadie, ni él mismo, puede vivir completamente solo y aislado, siendo escasos, pero reales, los ejemplos de personas que han vivido y viven como auténticos eremitas».

Del prólogo de FÉLIX GARCÍA MORIYÓN




Cuando tenía doce años, Cosimo Piovasco, barón de Rondò, en un acto de rebelión contra la rígida disciplina familiar, se encaramó a una encina del jardín de la casa paterna. Ese mismo día, el 15 de junio de 1767, conoció a la hija de los marqueses de Ondarivia y le anunció su propósito de no bajar nunca de los árboles. Desde entonces y hasta el final de su vida, Cosimo permanece fiel a ese principio, sin abandonar nunca esa distancia necesaria que le permite estar dentro y fuera de las cosas al mismo tiempo. En esta espléndida obra, auténtica novela de aventuras rebosante de humorismo poético y fantástico, Calvino se enfrenta con el que, según él mismo declaró, es su verdadero tema narrativo: «Una persona se fija voluntariamente una difícil regla y la sigue hasta sus últimas consecuencias, ya que sin ella no sería él mismo ni para sí ni para los otros».

«La vida del Buscón» se sitúa en la línea de la novela picaresca, iniciada en 1554 con la publicación de la anónima «Lazarillo de Tormes». Hay que situar «El Buscón», dentro de lo que se considera segunda etapa del género picaresco. La singularidad de la obra frente a los rasgos esenciales de pertenencia al género se basa en los rasgos siguientes: El protagonista no sirve a varios amos, el final abierto de la narración o la incoherencia formal del punto de vista autobiográfico.

El CANTAR DE MIO CID es un poema épico que nos ha llegado copiado en un códice del siglo XIV, de 74 hojas de pergamino, al que le faltan la primera hoja y dos interiores. Al final de la obra se dice que la copió en 1207 Per Abbat (Pedro Abad).De su manuscrito se copiaría a su vez el que nos ha llegado a nosotros, que se conserva en la Biblioteca Nacional. No se sabe cuándo fue compuesta la obra ni quién fue su autor. Los estudiosos creen que se escribiría a mediados o a finales del siglo XII. Cuenta lo que hace Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, cuando el rey Alfonso VI lo destierra, en 1081. El Cid, un caballero de la corte del rey Sancho II de Castilla y, después, de Alfonso VI de Castilla y León, muere en 1099