Martín sospecha que alguien ha robado la luna cuando la ve un día afuera de su casa. Teme que lo encarcelen y por eso decide devolverla a su lugar, pero esta cae de su árbol y se queda pegada en la espalda de Erick. Después Ramón ensarta sus cuernos en ella y se estampa contra un árbol. ¿Qué podrán hacer Martín y sus amigos para regresar la luna al cielo ahora que está hecha pedazos?
“Una mañana, Martín despertó al escuchar que algo había caído afuera de su casa: era la luna.
Pero ¿por qué la luna, grande, redonda y amarillas, como él la recordaba, había caído junto afuera de su casa?
‘¿Y si alguien la robó y después la perdió? ¿Y si la están buscando y descubren que yo la tengo? ¡Pensarán que la robé, me arrestarán y me llevarán a la cárcel!’, pensó Martín.
–¡Debo deshacerme de ella! –gritó asustado.”