Leoteca - Parte de Smartick

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Resultados de tu búsqueda: 141 libros

Una comedia trágica sobre la relación que une a tres seres aislados: Lucio, que acaba de divorciarse; Félix, que se ha marchado por fin de la casa de sus padres; y Nadine, que acaba de llegar a la gran ciudad. Los tres comparten piso y celebran la nueva vida con dos mascotas: el perro alado y el gato foca. Al principio disfrutan de los excesos y de la convivencia excitante que supone una relación amorosa triangular. Con el tiempo, como cabe esperar, se ven inmersos en un asfixiante círculo que se arrastra de la euforia al hastío. Big City es la ciudad en la que Lucio, Félix y Nadine habitan, aunque casi sin tocarla, en medio de fundamentalistas antifrívolos, esferas aéreas, inventos milagrosos y un chaparrón de jirafas. Un universo imaginario, creado a partir de referentes actuales que por momentos aparecen transfigurados en una combinación de realismo e irrealidad. Bajo la aparente distorsión de un tapiz fantástico subyace, siempre de la mano del absurdo y el humor, otro mundo inventado que viene a ser el que nos toca vivir en nuestros días. En pleno auge de la información, la no ficción, la novela histórica, el falso documental, las biografías, los datos y los hechos, los cotilleos, los reality show y demás expresiones del verismo, surge esta novela que arriesga apostando por la fantasía, la imaginación y la mentira. Por su atmósfera surrealista, su carácter onírico y su elogio de la inmadurez, El puente de la jirafa es a la narrativa actual lo que la obra de Michel Gondry al cine de nuestro tiempo.

El puente de la jirafa

Manzano, Pablo

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«Algo se había perdido y nada volvería a ser lo mismo.» En La Habana de los años cincuenta, mientras se gesta la revolución que cambiará para siempre las formas de vida de la isla, Víctor, un acomodado hombre de mediana edad casado y con dos hijos vive una transformación no menos trascendente: su cambio de orientación sexual. A partir de un suceso accidental: la muerte de un oficial de Batista en un atentado contra la comisaría de policía de Guanabo, otro agente, su compadre el teniente Salgado, intenta vengarlo. Para ello utilizará el chantaje y la coacción para implicar a Víctor en la pesquisa y posterior persecución. Un macabro juego, una endemoniada trama que consiste en «espiar al espía» y destruir, de paso, vidas inocentes como la de Pepón, el mejor amigo de Víctor. Las tres partes en las que está dividida la obra llevan el título de «diálogos»: del reencuentro, de la caída y de la muerte. Y es justamente en los diálogos donde Reguera Saumell delata su relación con el teatro y el cine, en la reproducción de una oralidad fluida e intensa que sirve al autor para hablar de los cambios en una isla que permanece perdida en su laberinto. Manuel Reguera Saumell nace en Camagüey, Cuba, en 1928. Es licenciado en Arquitectura por la Universidad de La Habana. En 1959, ya plenamente dedicado al teatro, obtiene el Premio Nacional por la dirección de Sara en el traspatio y el premio José Antonio Ramos, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba por Propiedad particular. Ha estrenado además El general Antonio estuvo aquí, La calma chicha y Recuerdos de Tulipa, llevada al cine en 1967 bajo la dirección de Manuel Octavio Gómez. Fue asesor literario en el Conjunto Dramático Nacional, escribió los diálogos de las películas La salación y El asalto al tren blindado, y una pieza para televisión, La hora de los mameyes (1963). El 1968 presentó en las Olimpiadas Culturales de México la obra La soga al cuello. En 1970 abandonó la isla y se instaló en Barcelona, donde impartió clases de historia del arte y de dramaturgia en la Escola Adrià Gual. Ha dirigido también varias obras teatrales. Con Barataria publicó en 2004 la novela Un poco más de azul.

La noche era joven y nosotros tan hermosos...

Reguera Saumell, Manuel

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«El mejor libro de Tondelli. El amor como tensión, peligro, descubrimiento, meditación sobre el mundo, revelación de futuro.» Oreste del Buono, Panorama «El libro, si acaso es posible, tiene un sonido especial, un color especial. Sonido y color de elegía, de melancolía corrosiva.» Enzo Siciliano, Corriere della Sera «Un extraordinario y feliz relato de amor y de muerte, de nostalgia y de madurez, de impotencia y de grandeza, donde se reconoce la crisis de nuestro tiempo y susmisteriosas razones.» Cesare de Michelis, I Fiori di Carta Dividida en tres «movimientos», entre viajes de ida y de vuelta y algunos flash back, Habitaciones separadas es la historia de un viaje intimista suspendido entre recuerdos y lugares del pasado. El protagonista, Leo (un escritor consagrado que creció en un pueblo del valle del Po), recuerda y recompone los retazos de su historia de amor con Thomas, un joven músico alemán, cuyo recuerdo le ha dejado una estela de sentimientos contradictorios y dolorosos. Al recorrer hacia atrás las etapas de su pasado, se va hilvanando una larga y atormentada reflexión sobre la vida y la muerte, sobre el amor y la madurez. Se revelan los fragmentos de una historia de amor formada en habitaciones separadas, entre continuas separaciones y acercamientos, entre encuentros «casuales» en viajes por Europa, pero dejando siempre la puerta abierta a la posibilidad de volver a refugiarse en la soledad. Un amor que también pasa por el tormento de los celos cuando Thomas conoce a una chica y empieza con ella una relación «socialmente más llevadera» y menos compleja que la de los dos hombres. Es sobre todo la historia de un amor dramáticamente truncado por la enfermedad de Thomas y su prematura muerte, que Leo no puede dejar de revivir. Habitaciones separadas es una novela melancólica, amarga y tierna, de atmósferas otoñales e introspectivas, entre visiones elípticas y fragmentarias de un pasado que se reconstruye a través lugares e itinerarios. Son páginas de delicada sensibilidad, como las que describen el viaje de Leo a su pueblo natal, donde el protagonista se busca a sí mismo e intenta reconstruir su historia. Ya con su libro de exordio (Otros libertinos, 1980), Pier Vittorio Tondelli se sitúa en el centro del debate cultural italiano. El tímido muchacho de provincias irrumpe con un «escándalo» en el adormecido clima cultural italiano, es encausado por «obscenidad» y posteriormente absuelto de todos los cargos. Así empieza su andadura literaria, caracterizada por una búsqueda constante del lenguaje, la musicalidad y el ritmo de las palabras. Nos describe con delicadeza e ironía el mundo de la homosexualidad y la promiscuidad en escenarios de soledad, con la sola compañía de los mitos generacionales de su tiempo. Tondelli, sin pretenderlo, provocó grandes rechazos y grandes adhesiones y se impuso como escritor de culto de toda una generación. Melancólico, resignado, irónico y sensible, a veces crudo y desencantado, sigue apasionando sobre todo por su estilo y su empleo del lenguaje, una combinación de densidad y ligereza, urgencia, ritmo, frescura y mirada contemplativa. Un lenguaje que emplea su propio sonido, y que no puede prescindir de las referencias literarias y musicales de toda una generación formada con Kerouak y Cohen, impregnada de la melancolía de los Smith y de la rabiosa ironía de los italianos CCCP. En los años ochenta, Tondelli se empeña en proyectos culturales de largo alcance, como el de Under 25, que se propone dar a conocer la nueva generación de escritores italianos. También funda y dirige la revista cultural Panta. Muere de sida en 1991 con sólo treinta y seis años.

Habitaciones separadas

Tondelli, Pier Vittorio

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Nuestra época vive una profunda paradoja. El país que más ha hecho en el último siglo por ampliar el perímetro del saber humano y desarrollar los beneficios de la tecnología ha enloquecido y predica el oscurantismo. El poder de los evangelistas es poco conocido en Europa, pero en Estados Unidos se ha trasformado en una gran fuerza política. Son propietarios de cadenas de televisión y de periódicos, y tienen enorme influencia en la sociedad americana. Según el prestigioso instituto de sondeo Gallup, el 72% de los adultos afirma que la Biblia nos enseña los orígenes del universo y el 45% que Dios ha creado al hombre. Esto nos permite entender por qué se discute en los tribunales de Estados Unidos si Darwin y la Evolución se deben enseñar en las escuelas. Hasta ahora Europa se ha mantenido al margen de semejantes aberraciones, pero los síntomas ya se detectan. No sólo a la Iglesia Católica ha aparcado el Concilio Vaticano II y Alá se ha radicalizado; tampoco el mundo laico ha sabido renovar su capacidad de hacernos soñar. Y es ahí, en este vacío, donde crece la ignorancia y las respuestas fáciles que tiran por tierra siglos de luchas políticas y filosóficas para liberarse del amor sofocante a un Dios totalitario. Los bufones, antigua institución de la tradición laica, toman ahora las riendas y se enfrentan a las tinieblas. Por eso, Leo Bassi lleva la guerra al campo del enemigo desafiando a las teologías demonizadoras con La Revelación. En el nombre de la razón: que tiemble la fe. Hace seis generaciones, un antepasado de Leo Bassi luchó con Garibaldi antes de crear uno de los primeros circos modernos. Más recientemente, su padre, famoso malabarista, trabajó en Estados Unidos (donde nació Leo en 1952) con Groucho Marx, Louis Armstrong y Ed Sullivan. De su familia, Leo Bassi ha heredado los trucos del oficio, aunque, más que seguir una tradición teatral, su propósito es mantener vivo el espíritu provocador que ha sido el sello de los Bassi. Para Leo, el espectáculo es una experiencia apasionante, sensacional, estremecedora. Leo Bassi tiene algo especial. Por eso, no es de extrañar que haya vivido sucesos extraordinarios y situaciones absurdas, cómicas e incluso peligrosas: el 1 de marzo de 2006, un empleado del teatro donde actuaba descubrió una bomba incendiaria. La mecha estaba encendida y el artefacto ubicado sobre una pila de miles de viejos carteles rociados con gasolina. Nunca se descubrió al autor del atentado. En 2005, en Río de Janeiro, Leo se mezcló entre cinco mil fervorosos evangelistas. En sus manos, nada más y nada menos que una pancarta en la que podía leerse: «No creo en Dios, pero sí en los filósofos y en la ciencia. ¡Viva Sócrates!». Entre gritos de ¡A la hoguera! fue rescatado por la policía. En 1991, en Kazajstán, se hizo pasar por viceministro del Ministerio de la Risa de la CEE, y acabó dando una conferencia ante más de tres mil estudiantes: «La Risa y el Libre Mercado».

La Revelación

Bassi, Leo

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El flamenco, y mucho más aún el cante jondo, parece moverse en un mundo oscuro, cargado de sobreentendidos accesible sólo para un reducido círculo de iniciados. Palabras como «duende», «rajo» o la misma «jondo» tienen un cierto regusto mágico, casi de aquelarre. Y algo de eso tiene el flamenco. Si hay una música profana, hasta en sus manifestaciones más cercanas a la liturgia cristiana, ésa música es el flamenco. Si hay una música en la que el hombre es centro, ésa música es el flamenco. El cantaor, el bailaor, la guitarra, nos cuentan siempre una historia, una historia que nunca aparecerá en los libros de Historia, en la que las penas o alegrías, la pasión, la rabia, el amor, se viven; no se interpretan. Juan Diego Martín Cabeza (Sevilla, 1976) desciende de una familia dedicada al flamenco y a la pintura; comienza a aficionarse al cante a través de la guitarra y de artistas como Pastora, Mairena, Fernanda, Terremoto o Menese; pero será después de la muerte de Camarón, en 1992, cuando verdaderamente se compromete y centra sus intereses en todo lo relacionado con esta manifestación artística. Licenciado en filosofía, ha trabajado en la Bienal de Flamenco de Sevilla como coordinador de exposiciones y publicaciones. También ha colaborado en la realización de dos documentales flamencos en los museos de arte contemporáneo Vostell y MEIAC, de Extremadura. En la actualidad trabaja en el secretariado de Promoción Cultural de la Universidad de Sevilla. Prepara un libro sobre El flamenco y la pintura y su tesis, que aborda la relación de los flamencos con las artes plásticas, el teatro, la poesía, el cine y la política de los años sesenta y setenta en España.

Jondo

Martín Cabeza, Juan Diego

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Escrita en 1960, y premio Strega de aquel mismo año, La novia de Bube señala el momento álgido de inspiración de Cassola. «Son páginas de extraordinaria pureza las dedicadas al amor de Mara y Bube –escribió Geno Pampalone–. Ambientada en la Toscana rural y basada en hechos reales, La novia de Bube cuenta la historia de Mara: dieciséis años, ingenua, espontánea e independiente, que, casi sin querer, se compromete con Bube, compañero en la lucha partisana de su hermano Sante, muerto en combate. Cuando Bube es encarcelado, la figura de Mara cobra dimensiones épicas. Personaje enérgico y apasionado, el cariño, la renuncia, la guían por el ancestral camino del deber. Mara es una de las figuras femeninas más intensas de la narrativa italiana. En 1963 Luigi Comencini dirigió una película basada en la novela. Carlo Cassola nace en Roma en 1917 de madre toscana y padre lombardo. La Toscana, y especialmente la Maremma, se convertirá en la patria narrativa de Cassola a partir de los años cuarenta y de su participación en la Resistenza. Para Cassola no es sólo su provincia, sino su lugar, su lugar del alma. Paralelamente a su actividad docente como profesor de filosofía, Cassola empieza a publicar su obra, casi toda de argumento partisano. Con la novela corta La tala del bosque inicia su realismo subliminar, una mirada literaria pendiente de recoger las vibraciones más sutiles, ocultas a menudo bajo los sucesos banales de lo cotidiano, «bajo el umbral de la conciencia práctica». Publicó, entre otras obras, Fausto y Anna (1952), Historia de Ada (1967) o El hombre y el perro (1977).

La novia de Bube

Cassola, Carlo

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